Uno de los lugares más hermosos de Atenas es la Acrópolis que la conforman principalmente: el Partenón, el Propileo, el Ágora y el Erecteion. Nosotros nos centraremos en el Partenón que es un templo dedicado a la Diosa protectora Atenea Parthenos. Esta obra de adoración griega fue construido sobre los cimientos de Hecatompedón, templo del siglo VI a.C. destruido por los persas. Los arquitectos encargados de crear este monumento de tipo dórico con marmol blanco del Monte Pentélico fueron Ictino y Calicrates entre los años 447 y 432 a.c. aunque en sus inicios lo desarrollo Pericles mientras que Fidias esculpió la gran estatua de doce metros de altura en oro y marfil de Atena. Las diversas partes del templo estaban pintadas con colores muy vivos que se perdieron con el paso de los tiempos.
Sus dimensiones aproximadamente son: 70 metros de largo por 31 de ancho rodeado por columnas en todo su perímetro, 8 en la fachadas principales y 17 en las laterales de 10,4 metros de altura cada una. Las esculturas que decoran el Partenón son una mezcla única de friso, las metopas y los tímpanos.
El friso es una representación del festival religioso más importante de la Grecia antigua, la procesión de Panateneas y que se desarrolla a lo largo largo de los cuatro lados de la construcción. Las metopas son escenas de la amazonomaquia en el oeste, la gigantomaquia en el oeste, la guerra de Troya en el norte y la centauromaquia en el sur. En los tímpanos veremos el nacimiento de Atenas al este, la lucha entre Atenas y Poseidón al oeste y escenas mitológicas en el resto de zonas.
La cámara interior del este se dedicó a Atenea Polías mientras que la cella del oeste estaba destinada Atenea Parthenos. El Partenon ha sido desde iglesia bizantina y latina hasta una mezquita musulmana. Pero 1687 marcaría un punto de inflexión en el momunto cuando Turquía lo utlizó como depósito de pólvora, a lar órdenes del almirante Morosini, durante el sitio veneciano. Por desgracia se produjo una explosión debido a una bomba que cayó sobre el depósito provocando una destrucción debastadora en el edificio.
Sin embargo el factor económico ha hecho más daño que la guerra. Esto se debe a que el señor Elgin, embajador británico de Constantinopla trasladaría a Inglaterra una gran cantidad de esculturas e incluso algunas de las columnas enteras para venderlas al Museo Británico y confortar la colección más importante del mismo en la actualidad.
Seguiremos observando…